En
una tutoría, hace años, le dije a una madre que su hija sacaba buenas
calificaciones sin apenas esforzarse. Al principio, la madre se puso muy
contenta. Una vez más un tutor reconocía la inteligencia de su hija. Luego,
cuando le pedí que me indicara situaciones de la vida doméstica y extraescolar
en las que su hija mostraba afán de superación y capacidad de esfuerzo, me
respondió que la niña era tan "dejada" y tan "distraída" como su padre...