martes, 8 de diciembre de 2015

Los amigos de nuestros hijos. La vida vida social de unos niños que "mañana" llegarán a adolescentes

Siempre los mismos niños. Siempre los mismos compañeros. Y siempre -cada uno de ellos- desempeñando el mismo rol. El “líder”, siendo líder. Y el “tímido”, siendo tímido. El “listo”, siendo listo. Y el “torpón”, siendo torpón. Y el “precoz”, siendo precoz. Y el “mosqueón”, siendo mosqueón. Y el “payaso”, siendo payaso. Y el “infantil”, siendo infantil. Y el “maduro”, siendo maduro. Y el “mandón”, siendo mandón. Y el "despistado", siendo despistado...



Desde pequeños, a veces desde los tres años, otras desde los seis, juntos en la misma aula. Y también en las mismas actividades extraescolares. Y también en los mismos cumpleaños. Y también durante el fin de semana en casa de los mismos compañeros con los que escolarmente se convivió de lunes a viernes... En ocasiones, un niño escolarmente “atascado”, incluso madurativamente “desorientado”, sólo necesita que...

martes, 17 de noviembre de 2015

¿La mejor manera de ayudar escolarmente a nuestros hijos?

En el fondo, a los padres casi siempre nos azoran las mismas dudas. Algunas de las que más frecuentemente oigo en las tutorías, sobre todo cuando hablo con los padres de los resultados académicos de sus hijos, son éstas:

¿Estaremos siendo demasiado exigentes con nuestro hijo? O al contrario, ¿nos estará faltando mano dura con él? ¿Nos tenemos que implicar más en casa para que haga sus tareas escolares? ¿O mejor lo dejamos solo? Si se "estrella", así aprenderá lo que es la vida… ¿Le hacemos bien a nuestro hijo estando tan pendientes de sus obligaciones? ¿Es bueno que habitualmente nos informemos de su vida escolar preguntando a otros padres? ¿Basta con lo que trabaja en clase? ¿o le pedimos que por las tardes haga algo más?...

viernes, 30 de octubre de 2015

A propósito de sus calificaciones, ¿cómo educar a mis hijos en la responsabilidad?

No conozco padre al que de verdad no le importen las notas escolares de sus hijos y que no se alegre de que éstas sean buenas o muy buenas. A los padres nos gustaría que nuestros hijos fueran siempre los más guapos, los más listos, los más buenos… Los malos resultados académicos nos generan desazón y preocupación, así como los buenos nos llenan de satisfacción y de tranquilidad. Por eso, los padres solemos estar dispuestos a ayudar a nuestros hijos a que obtengan las mejores notas. La clave está en acertar en las maneras…



lunes, 19 de octubre de 2015

Los Whatsapps de padres y las modernas "astrologías escolares".

Ayer el whatsapp de padres echaba humo... Algo había pasado en el recreo... Al parecer, unos niños de la clase quisieron irse a jugar al fútbol con compañeros de otra clase... Y los demás se enfadaron porque preferían jugar con los de siempre y como siempre... “Mira que dejar “tirados” a los amiguitos...” “Espero que nadie se moleste... Pero...

domingo, 27 de septiembre de 2015

¿"Ceguera" de los padres con los hijos? Yo soy yo y mis hijos

En una tutoría, hace años, le dije a una madre que su hija sacaba buenas calificaciones sin apenas esforzarse. Al principio, la madre se puso muy contenta. Una vez más un tutor reconocía la inteligencia de su hija. Luego, cuando le pedí que me indicara situaciones de la vida doméstica y extraescolar en las que su hija mostraba afán de superación y capacidad de esfuerzo, me respondió que la niña era tan "dejada" y tan "distraída" como su padre...



lunes, 31 de agosto de 2015

El principio de curso: Qué hacer para que el vaso no se rompa.


Si vertemos agua muy fría en un vaso de cristal, probablemente éste se quebrará. En educación, los cambios bruscos no siempre son aconsejables, a no ser que hayan sido previstos y prevenidos.


El principio de curso puede vivirse como un brusco cambio de “temperatura”:

domingo, 25 de enero de 2015

El "lector perezoso". Más "homo videns" que "homo sapiens". El problema de la lectura (y 2)


El otro día castigué a mi hijo sin tablet, sin ordenador, sin móvil, sin televisión... Y le dije: "Ahora, si te aburres, te pones a leer". Al rato, vino muy apenado pidiéndome, por favor, "algo eléctrico con pantalla que se pudiera encender y sirviera para jugar". ¿Le pasa solo a él o también a otros niños? Se aburre leyendo ¿Por qué? ¿Qué hago? ¿Lo obligo a estar delante de un libro, aunque no quiera? Me preocupa el día de mañana, cuando en los cursos superiores de veras tenga que sentarse a estudiar.


miércoles, 21 de enero de 2015

Mi hijo ya no lee tanto como antes. El problema de la lectura (y 1)


¿Cuántos libros lleva leídos mi hijo hasta ahora? ¿Más o menos que el curso pasado por estas fechas? ¿Cuántos han sido en español y cuántos en inglés? ¿Entregó la ficha de lectura de todos? ¿Y sus compañeros? ¿Cuál es la media de los otros niños de su grupo? Ahora lo tengo que obligar a leer más que antes. Por las tardes le cuesta ponerse. No sé si es que llega a casa más cansado o que las "maquinitas" lo tientan más.